VI.
Transcendencia y síntesis sumaria
En la superficie el
golpe parecía no haber cobrado muchos sacrificios humanos, y así
se produjo una sensación de liberación, un inmenso alivio para
una mayoría enorme de los chilenos, incluidos muchos partidarios
moderados de la UP (sin considerar su duelo y pena por la muerte
de "su" Presidente, lo que compartía también mucha gente del
bando opuesto!). Tras tantas sacudías y angustias se querían
olvidar lo más pronto posible el recuerdo de un pasado
traumatizante. El país libraba con la consigna "Nunca más!".
Esto explica por parte
porque muchos taparon sus oídos, cuando después el nuevo régimen
militar persiguió a sus antecesores y adversarios con una
fiereza jamás visto en Chile.
Pero la sensación de
haber tambaleado y zambullido sobre el abismo, el horror de que
se repita el "libertinaje politiquera" con sus terribles
consecuencias, eso reprime (junto con ciertos logros del régimen
militar) hasta este momento el anhelo de una vida democrática y
de libertad para todos. Todavía muchos se conciben - lo opuesto
a una vida digna -, la dictadura militar, como el "mal menor".
Entonces el traumatismo se ha cambiado, pero persiste.
Una nueva juventud más
abierta, inspirada por imágines más humanos, y además las
discusiones políticas alrededor del plebiscito de 1989 ‑ desde
una distancia de 15 años al pasado! ‑ despierta la esperanza que
los chilenos se liberen más de su trauma, que aprendan mejor la
lección de la historia y que se recupere Chile.
Mai 1988
Gerd Hochländer
En el plebiscito del 5 de octubre de 1988 obtuvo la oposición
reunida por 16 partidos una victoria de 55% para su "No"
al candidato Pinochet, contra 43% de "Si". El futuro
Presidente, quien asumirá en marzo 1990, se eligerán el
14 de diciembre de 1989 con las elecciones
parlamentarias previstas en la Constitución.